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Elsa Cross y la devoción al misterio

Existe un tipo de literatura que debe leerse a sorbos, justo como Elsa Cross confiesa beberse la vida. La razón está en los ecos que sus poemas dejan tras el punto final, esas reverberaciones internas, connotativas, que no se agotan en la comprensión inmediata, sino que permanecen para ofrecer una experiencia más allá del último verso. En su poesía, el peso reside en lo que no se dice, en la pausa, acaso en la doblez donde la mente se pierde «en su noción de espuma». 


     Filósofa de formación, entrelaza la experiencia poética con una mirada que indaga en los orígenes del mito, en los gestos mínimos del mundo natural y en los pliegues del pensamiento religioso, místico. No es casual que la palabra misterio tenga su raíz en el verbo        , que significa «cerrar los labios». ¿No es así como se manifiesta su creación: musitada como un secreto, murmurada como si temiera romper la mudez de aquello que sí tiene algo que decir? Lo cierto es que existe en ella una correspondencia profunda con la etimología referida. Y eso es lo que la vuelve tan singular: no se puede leer a Elsa Cross como se acostumbra; su poesía exige que se le atienda con todo el cuerpo, con toda la piel. Quizás, como todo lo que importa.


Poesía


Golondrinas


Salen las golondrinas 

de las altas chimeneas

de un ingenio abandonado.

Giran 

                 giran

y el sol a punto de ocultarse 

tras los montes

                          tramonto

incendia aún la curva de su vuelo.


Sombras de antes

                                 como alas de golondrina,

dan vuelcos súbitos,

entran y salen

de una caja de resonancias,

un palacio de espejos,

un enjambre de brillos—

     

Quedan en la memoria

                                   sólo sus filos reflejantes.



De Isla Negra 

(México, 2023; Premio Mazatlán de Literatura)



Pausa


Bebo a pequeños sorbos

mi propia vida.


Una pausa

extingue las cosas de afuera

                                                             su imposición.

Y al detener la ráfaga

la mente pierde su noción de espuma.


Mirada fija

abarca lo de entonces y lo de nunca,

deambula sin tiempo en espacios tan breves,

recorre en un instante distancias infinitas.


Pausa.

Reiteración de un destino

que se afirma

                          y anula

en un eco furtivo,

en una estela evanescente.



Luz


Punzadas de silencio.

Y la visión se vierte

                                       en esas claridades.

Al tocar ese espacio,

al acercarse allí,

la respiración encalla

                                          en otra orilla.

Todo se vuelve luz

y sólo queda

más luz vibrante,

                                  consciente de sí misma

mirando en todo

                                  el reflejo de sí,

abarcándolo todo

                    enamorada.




Light


Stabs of silence

and vision pours itself

                               into those clarities.

Upon touching that space,

upon drawing near,

breath runs aground

                                          on another shore.

Everything becomes light,

and all that remains

is more vibrant light,

                                          conscious of itself,

gazing everywhere

                                          as its own reflection,

embracing all things,

                                  in love.



Ljos


Stikk av stilla

og synet strøymer

                            inn i dei klårleikane.

Når ein rører ved det rommet,

når ein kjem nær,

grunnstøyter pusten

                                           på ei anna strand.

Alt vert ljos,

og det einaste  som står att

er endå meir ljos,

                                      medvit om seg sjølv,

sjåande overalt

                                       som sitt eige spegelbilete,

omfamnande alt,

                            forelska.



Foto: Irene Rus
Foto: Irene Rus

Semblanza


Elsa Cross (México, 1946). Ha publicado numerosos libros de poesía, ensayo y traducción. A su Poesía completa (1964-2012) han seguido seis títulos más, entre ellos Insomnio (2016), Nepantla (2019) e Isla Negra (2023; Premio Mazatlán de Literatura). Se han traducido y publicado quince libros de poemas suyos en nueve países y sus poemas  han sido incluidos en más de un centenar de antologías en América, Europa y Asia.


En la última década obtuvo en México, entre otros, el Premio Nacional de Artes y Literatura (2016), el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2019) y el Premio Internacional Alfonso Reyes (2023). Su trabajo ha recibido premios también en Canadá, Francia, Suiza, Italia y Chile.


Ha desarrollado paralelamente una carrera académica. Es Maestra y doctora en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde es profesora titular de la Facultad de Filosofía y Letras. Ha publicado seis libros de ensayo y numerosos artículos especializados en revistas y libros colectivos. Recientemente aparecieron Puerta del Este. Ensayos sobre mito, arte y pensamiento de la India (2019), Un templo en el oído. Ensayos sobre el mito y lo sagrado (2022) y una vasta compilación con el tema y el título de El Lejano Oriente en la poesía mexicana (2022).

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