Fragmentos de luz en el vaivén del adiós, poesía de Grace Cristina Chacón León
- Palabra que dormía

- 12 sept
- 4 Min. de lectura
Los poemas que siguen son el reflejo de un proceso creativo profundamente emocional, donde la escritura se convierte en un espacio de transfiguración de la experiencia interior. A través de imágenes potentes y una sensibilidad afilada, Chacón León dibuja con palabras las formas del conflicto, el adiós, la soledad y esa búsqueda persistente del reequilibrio emocional. Estos textos no solo evocan vivencias, sino que las transforman en belleza, en gesto poético que consuela y confronta a la vez.
En los mismos, la voz lírica se desdobla entre la memoria y el presente, entre el deseo de permanencia y la aceptación de la pérdida. Son poemas que vibran con nostalgia, pero también con la lucidez de quien ha aprendido a convivir con el temblor de lo que ya no está. Chacón León logra así fundir lo íntimo con lo universal, y su poesía se convierte en una forma de resistencia emocional: una manera de seguir amando, aun desde el vacío.
Poesía
Colisión
Miré al cielo y vi pájaros directos
a colisión. Extremo al otro extremo,
rugían entre sí con sus alas desplegadas
y las rectas perfectas imaginarias rojas
de sangre con dolor. Ellos iban cargados
de deseos, pasión, llantos de miedo turbios
y unas ganas muy locas de besarse, fundirse,
contarse sus caminos de las alturas claras
y cubrirse encorvados juntos, en esas copas
de castaños soñadas, bajo lo deslumbrante.
Ellos querían más y más de sus sueños limpios,
de celestes anhelos unidos. Despojados
de eterna soledad, de temblores silentes,
de esperanzas inútiles. Y chocaron, claro.
Se estrellaron veloces entre sí.
Solo quedan mis ojos para poder narrarlo.
Acróstico 3: El agua de soledad
Giras imperceptible, tú, mi agua solitaria.
Río hecho de silencios, danzas con la locura
antes de ver al mar. Y en sombras tú me invades
con fuerza hasta los ojos, sin que queden
esperanzas de hallar sentido en el vivir.
Camino yo incansable hacia la luna,
rodeada de lágrimas brilla ella, con su lluvia
invisible, nacida de gotas de mi humana
soledad. Y así crece una laguna inmensa
titubeante, eterna. Deambulo despacio,
incesante dibujo las mil circunferencias.
Nada soy más que aquellos pasos alrededor.
Aun con esto, hoy sigo anhelando la vida.
Adiós
Adiós, eres portal a un café oscuro
de una mañana cómplice, brillando
en mi visita al puente hecho de espejos.
Eres arco de rosas que yo cruzo
e ignoro, por la antigua discusión
que me hace tanto daño en el zapato.
Eres pulcro dolor indispensable
flagelando sonrisas del olvido
que duermen muy adentro en mis recuerdos.
Adiós, suenas muy lento e irreal.
Melodía sutil que reconforta
mi tarde imprevisible, cual refugio
de sueños solitarios extraviados
entre los dedos frágiles del arte
que nutre de ilusiones a los tiempos.
Me vuelves multitud desorientada.
Bandada en desconcierto dibujando,
nubes nuevas sin lluvia, sin reposo.
Y eres luz oportuna en mi destierro.
Ya no temo a ningún futuro adiós.
Lucerna
Te has ido de mis sueños.
Preparo nuestro aceite
de olivo y estos ojos sin silencio
para lucernas frágiles con llanto.
Preparo aquí mis labios
para el temor oscuro que tu escondes.
Preparo solitarias
manos para sentir titubeantes
ese espacio ausente de tu piel.
Te dibujo con mil besos callados,
callados por mi miedo a los recuerdos,
por mi miedo a palabras apagadas,
apagadas y frías cual caricias
sin reloj, cual mis lágrimas
que no logran nacer.
Te dibujo y no lates en la arena.
Vibras en todo lo que aún me tiembla.
Lucerna
You have left my dreams.
I prepare our olive oil
and these eyes without silence
for fragile lamps weeping.
I prepare my lips here
for the dark fear you hide.
I prepare lonely
hands to feel, halting,
that absent space of your skin.
I draw you with a thousand silent kisses,
silent for my fear of memories,
for my fear of extinguished words,
extinguished and cold as caresses
without time, as my tears
that cannot be born.
I draw you, and you do not feel your
[pulse in the sand.
You vibrate in everything that still makes me tremble.
Lucerna
Du har forlate draumane mine.
Eg gjer klar vår olivenolje
og desse auga utan stilla
for skjøre lamper som græt.
Eg gjer her klar leppene mine
for den mørke redsla du gøymer.
Eg gjer klare einsame
hender til å kjenna, stansande,
det fråverande rommet av huda di.
Eg teiknar deg med tusen stille kyss,
stille for mi redsle for minne,
for mi redsle for sløkte ord,
sløkte og kalde som kjærteikn
utan tid, som tårene mine
som ikkje kan bli fødde.
Eg teiknar deg, og du kjenner ikkje
[pulsen din i sanden.
Du dirrar i alt som enno får meg til å skjelva.

Semblanza
Grace Cristina Chacón León nació en Caracas y, desde hace casi 30 años, vive en España. Actualmente reside en Madrid. Estudió Ciencias Biológicas y tiene un Magister Scientiarum en bases biológicas del comportamiento humano. Siempre se ha interesado por esa amplia área de confluencia entre la biología y las humanidades. Ahora trabaja como funcionaria en derecho tributario. Sus pasiones son su familia, sus amigos, la poesía y el arte.
Ha publicado el libro Significados y tiene participaciones en recitales de poesía, revistas y antologías poéticas. La poesía es una de las excusas más eficientes para sentir que está viva.





Fascinante cómo describe el dolor y la nostalgia... Desde el amor y el cariño con una belleza y un respeto sublime a las emociones puras. Traspasa y te lleva a resignificar las emociones, con el filtro de su poesía, para suspirar de alivio y empatía tras leer sus versos. Gracias Grace y gracias Palabra que Dormía.
Admiro la transparencia y paradoja entre el dolor y el placer de sentir, un cuerpo erotizado en el ir y venir de su torrente sanguíneo en baja y alta presión. Poesía viva. Gracias Grace.