La bastarda tibieza, poesía de Tanchi Villalobos Garnham
- Palabra que dormía

- hace 12 horas
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Parece fácil escribir enamorado, ya que todos lo hacen ―lo hemos hecho―, lo difícil es hacerlo en forma personal, más rica, más expresiva. Conseguir del poema de amor una experiencia nueva, inolvidable como el amor mismo.
Hacernos sentir el orden y el caos simultáneamente, pegados a él y lejos, como logra Cristián Villalobos con tanta facilidad, retratar el amor tirano, el cruel, el dulce, el carnal, el permanente, el caníbal, el sacrificado, que cambia de forma, de intensidad, pero no desaparece nunca.
En una primera lectura creí percibir una influencia de la poesía japonesa en Villalobos: la brevedad, la palabra exacta, el símil, la sorpresa. En la segunda lectura, por el gran placer de separar los huesillos, volví a sorprenderme, y es que lo que terminó por admirarme fue lo económico que puede ser una gran intensidad y que la extrema brevedad puede ser más expresiva que la avalancha de palabras cuando viene acompañada de la precisión y la gracia.
Alejandro Sieveking
Poesía
Llega un momento
en que descubrimos
que habernos conocido
no tiene ningún sentido
Que habernos conocido
tiene tan poca importancia
como un choque de hombros
en la calle
donde nadie se da vuelta
a pedir perdón
Y ese último balazo
Ese tiro de gracia
que me iba
a poner de rodillas y
azotar la cabeza en la tierra
no fue tal
La bala entró
por la nuca y
salió por entre los ojos
Y siento como
el viento me enfría
la cabeza
cada vez que se prende
tu recuerdo
Arranca
Corre
Huye
de esos lugares
donde el fuego está muy frío
El sudor muy seco
y el amor muy pensado
Y ese último balazo
Ese tiro de gracia
que me iba
a poner de rodillas y
azotar la cabeza en la tierra
no fue tal
La bala entró
por la nuca y
salió por entre los ojos
Y siento como
el viento me enfría
la cabeza
cada vez que se prende
tu recuerdo
Tengo recuerdos borrosos de esa noche
El Tango
El llanto
Tu mano
El adiós
En ese espacio
llamado silencio
Hay desiertos
Glaciares
Mares muertos
y bosques incendiados
En ese espacio
llamado silencio
Caben eternidades
Segundos
Suplicas y oraciones
En ese espacio
llamado silencio
En ese espacio
llamado silencio
Entrevista
Después de leer tus poemas, uno entiende lo que Alejandro Sieveking decía sobre tu capacidad para hacer del amor una experiencia nueva, precisa y sorprendente. Tus versos parecen venir de un lugar muy íntimo, pero al mismo tiempo dialogan con la tradición universal. Tanchi, ¿cómo fue tu primer acercamiento a la poesía?
Mi acercamiento a la poesía fue muy tardío. No entendía el uso de palabras rimbombantes y complicadas para poder explicar sentimientos, imágenes y emociones que para mí eran más simples. Hasta que empecé a leer a Nicanor Parra y su antipoesía y me enamoré. Era justo lo que necesitaba, una nueva forma de poesía, más directa, más carne, más normal. Desde ese momento aprendí a escoger a poetas que iban en esa dirección. Que escriben como hablan. Más viscerales. Más reales.
Esa búsqueda de una poesía más directa, más cercana a la carne y a la palabra cotidiana, parece haber marcado profundamente tu manera de escribir. Se nota una conexión genuina con una tradición que privilegia la honestidad y la emoción sobre la forma. ¿Quiénes son los autores con los que tu espíritu se siente en sintonía?
Como decía en la pregunta anterior, Nicanor Parra es un pilar. En mi país, Claudio Bertoni también me abrió un mundo nuevo y fresco, un abrir la ventana de un auto que venía hace rato muy sellado. Cortazar: las poesías más increíbles en libros que no son de poesía. Idea Vilariño: en mi obra hablo mucho de mujeres y ella me enseñó un punto de vista que no he encontrado en otras partes. Tantos y tan variados que podría seguir mucho rato escribiendo.
Al escucharte hablar de tus influencias, se nota que la lectura fue un punto de inflexión, casi una revelación que transformó tu manera de entender la poesía. Da la impresión de que el aprendizaje, la experiencia y la sensibilidad van moldeando al poeta con el tiempo. ¿El poeta nace o se hace?
Yo creo por mi experiencia (soy autodidacta) que nace, se pule y ¡explota! Si no tienes la necesidad visceral de explotar, aunque estudies años, no lo vas a lograr.
Esa idea de la poesía como una necesidad visceral, como algo que brota más que se aprende, revela una relación muy orgánica con la palabra y la creación. Parece que, para ti, escribir no es un ejercicio intelectual, sino una forma de estar en el mundo. ¿Cuál es tu definición de poesía?
Tanta teoría sobre la poesía... Uno vomita. Sí o no. Listo
Tu definición es contundente, casi una declaración de principios: la poesía como un acto puro, sin adornos ni teorías. Desde esa mirada tan honesta y directa, surge inevitablemente la curiosidad por saber qué le dirías a quienes comienzan este camino, a esas voces que están descubriendo su propia forma de decir. ¿Les das cinco consejos?
Que escriban sin parar, en todos lados, a toda hora, en cualquier soporte (sea una servilleta, celular o papel higiénico). No esperen el lugar adecuado, la hora adecuada, la luz perfecta, la música inspiradora. ¡No esperan nada! Que la poesía tiene poca paciencia.

Semblanza
Tanchi Villalobos Garnham es publicista y poeta. Ella, publicado en 2019, fue su primer poemario, producido por la Micro Editorial Casa en Blanco (tercera edición) y en 2021 publicó el segundo, Cuando espero ni una brisa. Ha participado en diferentes talleres literarios, y en fanzines, además de en libros colectivos para Proyecto Arde. Es Miembro del colectivo «Les Creaturas», y ha realizado colaboraciones para el proyecto Poesía a las calles, la revista Mal de ojo, el sitio web Cine y literatura, la revista La raza cómica, Zánganos Magazine, y el sitio web Loqueleímos. En el año 2024, gana Convocatoria Iberoamericana y firma con la editorial española Valparaíso para la publicación de su tercer libro de poesía, La bastarda tibieza (ISBN: 2024-A-555), en España, México, Colombia y Chile. En junio de 2025, realizará lecturas y firmas en la prestigiosa Feria del Libro de Madrid.





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