Liturgia de los elementos, poesía de Beatriz Córdoba Gabarrón
- Palabra que dormía
- 1 jun
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Actualizado: 4 jun
La solemnidad y devoción con que aparecen los elementos naturales en la poesía de Beatriz Córdoba Gabarrón nos sitúan frente a un territorio sagrado, donde lo visible se convierte en símbolo y lo cotidiano en revelación. El fuego, el agua, la madera y las criaturas marinas no solo son imágenes estéticas, sino presencias vivas que canalizan una energía espiritual. La leña que arde no es simplemente combustible: es cuerpo, ofrenda, tránsito entre destrucción y renacimiento. El mar, lejos de ser un paisaje pasivo, es custodia de secretos, guardián de la belleza y memoria de lo que somos cuando ya no estemos.
En esta mirada poética, la naturaleza se convierte en una liturgia, una forma de oración íntima y sensorial. Cada verso parece dictado desde un estado de contemplación, como si el lenguaje fuera también materia viva que vibra al ritmo del mundo. Córdoba Gabarrón no escribe desde la distancia, sino desde la fusión: su voz es parte del agua que fluye, del magma que pulsa, de la luz que reverbera. En ese gesto de entrega total, nos invita a reconocer que habitar el mundo con atención y reverencia es, en sí mismo, un acto sagrado. La poesía, entonces, no solo nombra la vida, sino que la consagra.
Poesía
Soy leña y como leña me destruyo
Soy leña y como leña me destruyo
estremecida.
Entre alboradas volátil me condenso.
Entre el rojo feroz y el calor,
me represento y me consumo.
Voraz de luz y magma
incandescente, ígneo y muy presente.
Soy leña agradecida y deposito
mi cuerpo entero en combustible destruido.
Me vuelco al fuego esplendoroso,
y resucito.
Lumbre abrasada en llamas
pulsátil como sangre quebradiza.
Aniquilada y portentosa al mismo tiempo.
Devorador carbón, aquieta el grito
de un sueño tan glotón y tan finito.
Pues soy leña y como fuego resucito.
Mares
Fluidos salados que atrapáis nuestros sentidos
en la flora y en la fauna contenidos
dais culto, sin saberlo, al Creativo.
Don de un universo nuevo cada hora
y custodios de la incondicional belleza,
seréis la voz de nuestra ausencia adoradora.
Aguas cristalinas
Las aguas cristalinas reverberan
espejos plateados de luz,
fondeados en arenas esmaltadas
formando playas de extensiones alargadas,
escuelas prometidas y horneadas.
La pura vida ornamenta los espacios
en una sorpresa continua, acelerada.
Las olas estampan formas
como poderosas artesanas,
esculpen rostros rezando en catedrales
agasajando la luz contorneada.
A las danzantes posidonias
y a todas las policromadas algas
les prometo
guardar y contener nuestro secreto.
A los erizos reservados doy las gracias
por haber contenido sus espinas,
también a las medusas amarillas
por su benevolencia contenida
y les pido que preserven su humildad
a todas las estrellas escondidas.

Semblanza
Beatriz Córdoba Gabarrón nació en Elche y es apasionada de las relaciones humanas y la naturaleza. Desde la infancia ha sentido la necesidad de escribir para dar cauce a emociones y anhelos. La escritura es una necesidad para alcanzarse interiormente, y también para comunicarse.
Se decanta por la medicina, movida por el deseo de aliviar el dolor de las personas y por el conocimiento de la ciencia médica, sin dejar de lado el estudio de las humanidades y la literatura.
Cursa sus estudios universitarios en Santiago de Compostela y se especializa en Medicina Familiar y Comunitaria. Tras unos años trabajando como médico rural en aldeas de Galicia, vuelve a Elche, ya para ejercer en distintas localidades de la provincia de Alicante. Actualmente trabaja en un centro de salud en Elche.
Respecto a su trayectoria literaria, el Flotador del Naufragio (Talón de Aquiles, 2023) es su primer poemario y tras su primera publicación, ha estado presente en ferias del libro, en la tertulia literaria El Cresol, en el grupo Ateneo del Colegio de Médicos de Alicante, en grupos de literatura de cinco colegios de distintas áreas y en varias ciudades como presencia poética de diversos eventos culturales.
Sus referentes literarios son Juan Ramón Jímenez, San Juan de la Cruz y Rainer Maria Rilke.
Beatriz Córdoba Gabarrón
Sus poemas son un refugio sereno en medio del ruido del mundo. Transmiten una paz profunda que toca el alma.
Escuchar sus poemas me da paz, serenidad y dulzura.
Bea tiene el don de convertir emociones en palabras
Escritora que crea desde el corazón y en cada poema refleja su pasión y su vocación
Bea escribe con el corazón en la pluma poemas que llegan al alma