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Minimalismo y mordedura, poesía de Laura Márquez


La mirada de Laura Márquez hacia el mundo, o de la poesía dentro del mundo hacia Laura, es una mirada que no conoce pausas ni puntuaciones, que se mueve entre espacios metafísicos y preguntas de desgarradura personal en la otredad. Su voz poética encarna una extranjería radical, no solo respecto al mundo exterior, sino respecto a sí misma: «ya no me llamo / ya no me nombro». Como si escribir fuera un acto de desaparición, de vaciamiento, de dejarse decir por lo que se va desintegrando.


     La poesía de la poeta argentina no busca explicar ni abrazar, sino «lamer ojos al rojo vivo, tragar silencios, escupirse en pedazos». Todo el cuerpo está puesto en tensión, y con él, la palabra. En sus versos no hay lugar para la complacencia: cada línea se escribe como quien se lanza en ebullición. No hay redención ni salvación, solo una búsqueda insistente que arde y pregunta: «¿alguien hablará de mí / como se habla del silencio?».


     Los poemas de Márquez se sostienen con la fuerza de lo no resuelto, con una respiración que parece contenerse mientras late, constante, una sensación de pérdida, de desplazamiento, de ausencia convertida en forma. Afina suavemente y entra con desbordado vigor el yo dañado por la hendidura vital que es existir. Dentro de sus versos, Laura Márquez se cuestiona si realmente habrá un otro que la recuerde, si la palabra que es su nombre reverberará en lo cotidiano extraño.


     El verso libre en su poesía es una elección estética y vital en la que no hay puntuación que contenga ni cierre, porque el pensamiento no cesa, porque la experiencia no clausura. Y es precisamente esa sensación de pensamiento continuo, de «alguien que dirá que todo es mentira / que no hay lenguaje / que no hay clemencia / que no hay destierro», lo que da a sus textos una densidad existencial que se percibe no solo en el contenido, sino en la textura misma del lenguaje. Minimalismo y mordedura, dureza y sensibilidad. La mirada poética de Laura se vuelve testimonio y trinchera, un lugar donde lo íntimo se torna colectivo y la herida, aunque no cierra, encuentra un cauce.




Poesía





I



Serme


como un relicario 


gestado 


dentro de mi vientre 


en penumbra 


clamándole al viento 


la fortuita muerte 


de ya no serme




II



Todo comienza por la fe:


porque ceguera vive


en la imitación 


de su oscuridad



Y hay un punto


un llamamiento 


algo amurado



Hay un asesino de luz 


detrás nuestro 




III



No hay palabra absoluta 


—decir no devora


el extinto cadáver 


de nuestra miseria animal—



Barro llueve    Aire muere   Flor muere


ojos mueren blancos por mirar paredes 



Y el pájaro gasa despierta 


en mortal misericordia 


en oscuro porvenir    despierta 



Despliega sus alas 


Abraza la caída 




IV



Respirar 


esta primavera gris


respirarla con mis ojos



Y en piel abierta 


solo un nombre existe



Y entre los nombres 


solo su nombre cometo 




V



¿Tendrá la muerte cara de mujer?


¿Respirarás la intemperie de su nombre 


encerrado en tu boca?



Y cuando tu vientre no sea morada de versos 


Y cuando tus ojos sean dos tajos ciegos


—ya no flores benditas—



¿Amarás en silencio 


mordiendo en tu lengua 


la desgarradura?



Porque moriste tantas veces 


como un pájaro hereje


hasta nacer sin memoria 



Poetry / Poesi



IV


To Breathe


his gray spring


to breathe it in with my eyes


And on open skin


only one name exists


And among all names


only her name I commit




IV


Å anda


denne grå våren


å anda han inn med auga mine


Og på open hud


finst berre eitt namn


Og mellom alle namna


er det berre hennar eg bind meg til.



Fotografía: Irene Rus
Fotografía: Irene Rus

Laura Márquez nació en 1981. Es Trabajadora Social, escribe desde hace más de 30 años y coordina talleres de poesía. Fue gestora cultural en Culturama, colaboró en la revista literaria Irredimibles y actualmente en la revista de literatura y arte con sede en Noruega, Palabra que dormía.


     Algunos de sus poemas fueron publicados en las revistas Kametsa (Perú), ENNews (El Salvador), Re-lente (Venezuela), Irredimibles (España) y El Guardatextos (México).


     Participó en dos ocasiones de la sala digital en la Feria del Libro de Caracas, Venezuela.


     A comienzos de 2023, Ergo Editores publicó su primera obra de pequeño formado: Poesía Deshabitada (disponible en Amazon).



Escribo poesía, algunas veces, para darle luz a lo

oscurecido, y otras tantas, para oscurecer la herida 

incandescente.

Escribo en el ahogo, como una confesión del silencio.

Escribo como modo de descorrer el velo.

Pero sobre todo, escribo porque en ese acto de fe, en 

esa imposibilidad, Soy.

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