Raíces del instante, poesía de Araceli Gutiérrez Olivares
- Palabra que dormía

- 21 sept
- 3 Min. de lectura
La poesía de Gutiérrez Olivares es una geometría sagrada entre naturaleza e identidad. Cada imagen que convoca —los ojos como bosque, las pupilas como flores del campo, el cuerpo como manglar— revela una mirada que percibe el mundo no como fondo, sino como extensión viva del yo. La naturaleza no es solo un paisaje: es lenguaje, espejo y refugio. En sus versos, lo vegetal y lo humano se entrelazan con una delicadeza que evoca lo ancestral y lo sagrado, como si en cada palabra brotara una raíz.
Hay en su voz poética una búsqueda constante de la libertad. La autora construye imágenes donde lo femenino se disuelve y se transforma: ave, hechicera, luminiscencia. Estas figuras son manifestaciones posibles del ser, revelaciones que se manifiestan a través del amor, la observación y el deseo. La poesía se vuelve entonces un acto de resistencia contra lo estático, un impulso hacia lo cambiante y lo inasible, como el agua que corre bajo el hielo fino.
Sus textos dialogan también con el paso del tiempo y la memoria. La lluvia, el otoño, la brasa, el fuego: todos elementos que marcan el ritmo de lo inevitable y lo cíclico. Sin temor a lo sombrío, su poesía nombra las heridas, las corta con la lengua-machete, y al hacerlo, canta. En esta obra, cada poema es un umbral que se cruza con asombro, con vulnerabilidad y con la certeza de haber tocado algo esencial.
Poesía
Mi amada sonríe.
Sus ojos de bosque
trajeron la primavera.
En sus pupilas
flores del campo
hierbas,
líneas de tiempo
raíces.
Fuga casi perfecta.
Corre bajo las capas de hielo delgado,
se vuelve cauce silvestre,
a la vez estática
viva y libre
ave de montaña.
De Espiral
Eres parte de mí,
no te has dado cuenta.
Escribes, cantas, iluminas
algunas veces mi espacio;
te observo.
Sé quién quieras;
yo quiero ser
hechicera,
ave,
luminiscencia.
De Lapislázuli, un sueño
Det kommer regn
Det er september her,
trær skifter fra grønt til rødt,
du kan føle ro og nostalgi,
det kommer regn.
Fossene faller som brudeslør,
det er kald og det er lite sol,
regnbuer vises vanligvis,
det kommer regn.
Sommerfargene endres om høsten,
endringer er en del a livet,
kun endringer er konstant.
De Skriveverkstad i Tokke og Fyresdal —våren 2018— ein antologi
Somos el umbral,
fuego y humo de ocote.
Las heridas son hiedra,
restos de muérdago seco,
nuestra lengua machete
las corta.
Ven, estoy en el manglar.
Se aviva la brasa,
nuestro cuerpo bosque,
canto al cielo.
We are the threshold,
fire and ocote smoke.
Wounds are ivy,
remnants of dried mistletoe,
our language, a machete,
cuts them.
Come, I am in the mangrove.
The ember flares,
our body forest,
a song toward the sky.
Vi er terskelen,
ild og røyk av ocote.
Sårene er eføy,
rester av tørket misteltein,
vårt språk en machete
som skjærer dem.
Kom, jeg er i mangroven.
Gløren vekkes til liv,
vår skog kropp,
song mot himmelen.

Araceli Gutiérrez Olivares, mexicana viviendo en Noruega. Estudia Lengua y Literatura en la Universidad del Valle de México (UVM). Colabora en la editorial y revista Palabra que dormía y con la Fundación Alambique para la Poesía. Es autora de los libros Singularidad en lo cotidiano, Esencia de un despertar (Aion.mx, 2023), Glaciar, me niego a decirte adiós (editorial 3k, 2023), Lapislázuli, un sueño (Universo de letras, 2024), Sjø Mar (Lermontova publishing, 2024), Espiral: Caos ordenado en vuelo (Palabra que dormía, 2025). Su obra ha sido publicada en revistas como Fragmentos, Cabros editores, revista Cisne, revista Autores y revista Palabra que dormía.





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